¿Por qué es tan difícil dar un abrazo?
En realidad un abrazo es mucho más importante de lo que
parece. ¿Por qué la gente es tan reacia a dar abrazos?
Es alarmante como en general, el ser humano en los últimos
años rehúye el contacto con otros humanos aunque sean familiares. ¿Acaso no se dan cuenta que un abrazo es la mejor medicina del mundo?
Un buen abrazo es ternura,
amistad, amor, comprensión, cariño, ayuda, fuerza, salud, es consuelo, terapia ……………
En un abrazo nos comunicamos físicamente con otros, les
regalamos nuestra alegría nuestro poder para trasmitir paz, tranquilidad,
sosiego, compañía. Nuestro poder para recibir dolor y neutralizarlo, tristeza y cambiarla por alegría, miedo y transformarlo en esperanza, soledad y
convertirla en compañía.
¿Por qué entonces no nos abrazamos más? Observo que en las
películas sobre todo norteamericanas, los abrazos entre padres e hijos son
escasos, parece que tienen miedo a tocarse, a reconocerse, a demostrar su
cariño.
Es curioso en cualquier película, ver como vuelve un
muchacho de cualquier guerra, y el padre no le abraza, es como una demostración
de un macho frente a otro, como si dijeran ¡Aquí no cabe ternura que valga,
somos muy machos y duros! Solo la madre
le da un beso y un ligero abrazo como temiendo su contacto. No lo comprendo, es algo que he observado
desde hace unos tres o cuatro años. No manifiestan una alegría inmensa, de
igual manera que en caso de un dolor inmenso, tampoco es manifestado.
Pasa lo mismo con los niños, las niñas, los bebes, ¿Quién no
quiere abrazar a un hijo, sobrino, nieto, hasta darles toda la ternura y cariño que somos capaces? Darle seguridad, tranquilidad, la
fuerza del ser humano mayor que protege y cuida.
¿Realmente nos estamos volviendo tan fríos, tan poco
comunicativos con los demás?
Al final de todo, un abrazo es la forma más noble y pura de
manifestar cariño y afecto a los demás, creo que debemos romper esas barreras emocionales que nos impiden
demostrar afecto, que nos impiden recibirlo.
Tan importante es lo uno como lo otro, necesitamos ese
afecto, ese consuelo, ese contacto que es tan importante para las relaciones
humanas, tan importante como el sol, el agua o los alimentos.
Estamos perdiendo lo más hermoso que hemos tenido siempre,
esa capacidad de dar ternura, alegría, consuelo, y descubrir a la vez que los demás nos pueden dar también
ese consuelo, esa ternura, esa riqueza interior que todos llevamos dentro y de
la que nos nutrimos.
Creo que un abrazo es uno de los más bellos regalos que
podemos ofrecer.
Un abrazo, Deva!
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