jueves, 13 de diciembre de 2012


Mi compañera de blog me ha hecho el regalo, el honor de ser quien inicie esta pequeña andadura.

Pueden creerme si les digo que  siento cierta responsabilidad ya que me encantaría hacerlo bien.
Somos dos amigas virtuales, dos personas que congeniaron  cuando cruzaron letras en otros medios, dos seres humanos que quieren compartir pensamientos, gustos y sensaciones.
 Algo así como una necesidad de soltar las palabras atadas que llevamos en nuestro interior.

Me agrada  escribir y ahora, en estos momentos, resulta un esfuerzo tremendo hacerlo ya que un blog para mí, se asemeja a un gran recinto  lleno de altavoces y en el que todo el mundo puede oír mi voz.
Nos gusta el intimismo de los sentimientos. A ambas nos agrada contar la sensación  que nos produce escuchar una pieza de música, contemplar un cuadro,  romper  la niebla, observar la sonrisa de un anciano o un niño,  chapotear en los charcos de lluvia y caminar por la arena húmeda  de una playa solitaria.  ¿Han notado como se queda el salitre en los labios?  Esas pequeñas gotitas que las olas desprenden dejan un sabor marino en la piel.

También deseamos que  compartan con nosotras  esos pequeños tesoros que todos llevamos dentro.  A veces,  pensamos que los demás no nos van a entender y nos quedamos en silencio.  Creo que es un error, porque todos, todas,  llevamos en nuestras manos, pequeñas maravillas que podemos  regalar a los demás y cuando haces un regalo desinteresado, recibes más regalos, más sentimientos, más sabiduría  y en resumidas cuentas, seguimos aprendiendo unos de otros. Creo que al final, es lo importante, seguir con ese aprendizaje que es la vida y con ojos infantiles, seguir asombrándonos de la belleza que nos rodea.

Sean todos, todas, bienvenidos a este pequeño rincón.

Deva


1 comentario:

  1. Sí; guiado por el sonido del silencio, tu voz escrita, como me gusta decir, llego a tu embarcadero, vuestro embarcadero intimista, sentimental, visceral, emotivo.
    Me gusta sentir el olor del mar, el eau de salitre perfumando mi piel.
    El transcurrir, incansable, de la corriente del río Deva, compartir la sonrisa espumosa de sus saltos de agua en el trayecto.
    Ensimismado visionando a Fusun O. interpretando a la Condesa Almaviva Rosina.

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