Mi compañera de blog me ha hecho el regalo, el honor de ser
quien inicie esta pequeña andadura.
Pueden creerme si les digo que siento cierta responsabilidad ya que me
encantaría hacerlo bien.
Somos dos amigas virtuales, dos personas que
congeniaron cuando cruzaron letras en
otros medios, dos seres humanos que quieren compartir pensamientos, gustos y
sensaciones.
Algo así como una
necesidad de soltar las palabras atadas que llevamos en nuestro interior.
Me agrada escribir y
ahora, en estos momentos, resulta un esfuerzo tremendo hacerlo ya que un blog
para mí, se asemeja a un gran recinto lleno de altavoces y en el que todo el mundo
puede oír mi voz.
Nos gusta el intimismo de los sentimientos. A ambas nos
agrada contar la sensación que nos
produce escuchar una pieza de música, contemplar un cuadro, romper
la niebla, observar la sonrisa de un anciano o un niño, chapotear en los charcos de lluvia y caminar
por la arena húmeda de una playa
solitaria. ¿Han notado como se queda el
salitre en los labios? Esas pequeñas
gotitas que las olas desprenden dejan un sabor marino en la piel.
También deseamos que
compartan con nosotras esos
pequeños tesoros que todos llevamos dentro.
A veces, pensamos que los demás
no nos van a entender y nos quedamos en silencio. Creo que es un error, porque todos, todas, llevamos en nuestras manos, pequeñas
maravillas que podemos regalar a los
demás y cuando haces un regalo desinteresado, recibes más regalos, más
sentimientos, más sabiduría y en
resumidas cuentas, seguimos aprendiendo unos de otros. Creo que al final, es lo
importante, seguir con ese aprendizaje que es la vida y con ojos infantiles,
seguir asombrándonos de la belleza que nos rodea.
Sean todos, todas, bienvenidos a este pequeño rincón.
Deva
Sí; guiado por el sonido del silencio, tu voz escrita, como me gusta decir, llego a tu embarcadero, vuestro embarcadero intimista, sentimental, visceral, emotivo.
ResponderEliminarMe gusta sentir el olor del mar, el eau de salitre perfumando mi piel.
El transcurrir, incansable, de la corriente del río Deva, compartir la sonrisa espumosa de sus saltos de agua en el trayecto.
Ensimismado visionando a Fusun O. interpretando a la Condesa Almaviva Rosina.